Qué sería de un precioso domingo de otoño sin bicicleta. ¿Se lo has preguntado Uds? No se molesten. Sería como un tránsito al lunes sin vida, sin emociones, sin bilirrubina...
Mañana es domingo. El tiempo apunta un día precioso, sin nubes, casi sin aire (lo que fastidiará al Lince), con una temperatura a media mañana de quince gradetes. ¡Qué más se puede pedir!
Nos echaremos a las carreteras con nuestras lustrosas cabras y equipamientos, cada uno a presumir de sus facultades, unos subiendo, otros llaneando y otros, en fin, almorzando..., tiene que haer gente p' a tó.
Esperamos en parrilla de salida a muchos ilustres, a otros noveles pero a todos con la ilusión de aquel día en que nuestro padre nos soltó del cuello y aprendimos a andar sin "ruedillas". ¡Os acordáis de ese día!
Mañana rememoraremos sobre nuestros pedales las gloriosas jornadas otoñales, en lo que se presume una plácida salida de noviembre, sólo alterada por el Alto de Turruncún, donde cada uno se las ventilará como pueda, y según ese poder pasará más o menos rato tomando el sol en la marquesina del mítico alto de montaña.
Buen día para ir poniendo a punto el motor relajado desde septiembre, para rodar a ritmo, para ir cogiendo fondo, para transitar en pelotón, en fin, para disfrutar del hierro que nos castiga habitualmente. Hay gente ya muy fuerte a la que habrá que vigilar a los pies de la subida y a la que dependiendo del ritmo que impongan, habrá que dejarlos ir, así es la implacable ley de la carretera.
La ruta podéis imaginarla. Semiplana pero exigente, saldremos a la 09:00 horas de La Seta, esperamos mucha gente, seguro que el día no defrauda.
Saludetes.