Bien bien, ya sé que estáis esperando la crónica, me alegra que os gusten (a unos más que a otros), ahí va la de ayer.

De víspera, tarde muy desapacible, frío intenso que hizo peligrar la salida matutina del domingo, tarde en la que ya se acercan algunos TGC por la calle para decirnos lo típico "joder que frío hace..." "no sé si saldré..." "el chiquillo tiene partido..." "hoy tengo cena...", en fin, lo de siempre, excusas, excusas y más excusas de este otrora mítico equipo que hoy se encuentra de retiro y recogimiento.

Así que, como estaba previsto, en la salida los alicaones de rigor, El Letrado de La Camerta, el Titán de las Cumbres (últimamente diremos, de las Cumbres Borrascosas porque no sube ni empujándole), El Pirolín Escalador, y el dúo dinámico, la pareja de moda, el matrimonio perfecto, Chorreison S.A. y su nieto... perdón, su alumno Chirivillas Maravillas. De camino hacia Baños de Fitero se nos juntaría el alicaón por antonomasia, El Tiburón de Las Casas, quien tras un pinchazo inoportuno en la cochera de su casa que le arreglaron entre su suegro y su querida esposa, se retrasó un poco en la salida. Por último en Cervera y tras acercarse con el coche (pensábamos, conociéndolo, que lo haría hasta el alto de Valdemadera) se nos unió el soldado raso de La Foral, "Caimán Armando". Y esta fue la grupeta que a la postre haría el recorrido pactado y previsto.

De salida, con una estupenda mañana (pero los TGC ni por esas) el dúo dinámico nos pone un ritmo llevadero y silbador hasta Aguilar, que es hasta donde nos acompañan y se despiden de nosotros. No puedo decir nada más por tanto de nuestro querido Chorreison S.A. aunque sí apuntaré que ha mejorado en maneras, sabe ya llevar un ritmo (sólo le ha costado cinco años aprender) y su silueta es muy alentadora, haciéndonos presagiar una temporada en Máster 50 verdaderamente memorable.

Nos acercamos a la primera y sin duda más dura cota de la mañana, el temido Paso de Valdemadera, y no fue para menos. Transitan con unos metros por delante y así comienzan la dura subida El Tiburón de Las Casas y el Letrado de La Camerta, quienes sesean impenitentemente con la bicicleta casi vertical y el cuerpo encima del manillar. El sofoco es mayúsculo, por detrás el Pirolín Escalador, a pesar de su ligereza, sufre igualmente en este coloso, como lo hace el "Caimán Armando" unos metros por detrás. Parada en la cima en espera de un Titán de las Cumbres que no tuvo su día. Cuando ya los buitres se frotaban las garras, apareció en la curva su inconfundible figura, mantenía por las justas la verticalidad estando a punto incluso de echar el pie, pero es un hombre todo pundonor y sacrifico (no se crió en el TGC) y hoyó la cumbre tras un último repecho que no olvidará jamás.

Pasamos los lugares de Valdemadera y Navajún y subimos el repecho previo a la caída hacia Valdeprado. Aquí se produjo la novatada del día. El repecho era idóneo para el demoledor ataque del Caimán Armando, todos lo vimos menos uno, nuestro querido Tiburón de Las Casas, que no se caracteriza precisamente por su explosivo arranque, el Caimán Armando le coge la rueda hasta que decide darle el ataque implacable, cruel, letal, el escualo intenta responder pero ya es demasiado tarde. Para colmo en dicho intento se desfonda y es cazado por el Letrado de La Camerta que en plato venía por detrás (lo siento Tibu). Unos metros despues corona el Pirolín Escalador y por último nuestro entrañable Titán de Las Cumbres.

Pasamos Valdeprado donde sin duda han aumentado las cagadas en el asfalto de manera considerable y llegamos a la cota más larga del día aunque sin duda más llevadera. El Pirolín Escalador y el Letrado de La Camerta intentan poner un ritmo acorde con su edad (18km/H), pero pronto este ritmo, sin duda escaso para El Tiburón de Las Casas, es anulado por otro mayor (21km/h) impuesto por el susodicho, un ritmo seco, constante, un mazo que no descansa. Pronto el Titán de Las Cumbres desiste en el empeño, después lo haría el Pirolín Escalador, quien esperaría (eso me dijo ¡eh trabas!), al Titán de Las Cumbres para hacer cumbre juntos. Por delante el ritmo es aguantado por el Caimán Armando y por el Letrado de La Camerta, quien cedió en los últimos 500 mts cuando El Caimán Armando lanzó su habitual ataque, al que sigue el Tiburón de Las Casas a rueda ya que el ataque no tenía el alcance en fuerza del anteriormente narrado. Nos reagrupamos arriba.

Camino ya de Fuentes de Magaña y de Magaña, tras un vertiginoso y rápido (salvo uno, ya os podéis imaginar quien) descenso, afrontamos la última cota del día. Es un puerto de cierta dificultad y con lo que se llevaba en las piernas, podía pasar cualquier cosa. Y como el que tuvo retuvo, cuando estamos en las primeras estribaciones cogiendo el ritmo, se produce por sopresa un ataque sorpresivo, duro, mantenido por parte de Pirolín Escalador, quien coge 50, 100, 200 metros, el grupo se mirá, al Tiburón de Las Casas le asaltan las dudas, se le empañan las gafas, no sabe qué hacer, al Letrado de La Camerta le tiemblan las canillas pensando "joder que ritmo nos va a poner ahora éste para cazar al Pirolín". Y se cumplieron los peores pronósticos, tambores de guerra, ritmo de batalla, de axfisia, pronto se cae el Titán de Las Cumbres y el trío engulle sin piedad al Pirolín Escalador. El ritmo lo impone a partir de ese momento el Caimán Armando, un ritmo más llevadero que hace subir al cuarteto hasta arriba, con el ya habitual ataque del Caimán se cae del grupo el Pirolín Escalador y aguanta a duras penas, aunque al final también cede, el Letrado de La Camerta. El Tiburón de Las Casas había dado la vuelta en busca del Titán de Las Cumbres y juntos hicieron cumbre pasado algunos ¡MINUTOS! Estaba claro que no era el día del Titán.

Pensábamos que el trabajo estaba hecho pero en los cuarenta kilómetros que nos faltaban a casa nos acompañó un viento que iba a más y que nos hizo trabajar sobremanera. Formamos una rueda perfecta, un engrañaje suizo de relevos de cinco que nos mantenía el ritmo en todo momento por encima de 32 km/h.

En honor a la verdad y para que no se nos hunda moralmente el Titán de Las Cumbres, hemos de decir que en llano respondió como siempre, con una fuerza bruta abrumadora, dando en todo momento los relevos más largos y constantes del grupo.

Algunos pinchazos nos retrasaron la llegada y a las 13:45 horas subíamos el Vallejo, con las piernas destrozadas pero tras haber disfrutado de una jornada de cilismo del bueno, 115 km/h y 28 KM/h de media, sin duda lejos de las medias veraniegas pero todo se andará, nunca mejor dicho.

Saludetes desde la cumbre.