lunes, 31 de enero de 2011

Acusamos recibo de la crónica desde Ribaforada y no podemos menos que alegrarnos por la actuación de nuestro ilustre juvenil Luismi quien al parecer mantuvo las expectativas hasta el final. Nuestro querido Caimán parece que hizo una honrosa actuación junto con Cobeta, quizás la hubiera mejorado si entrenase más a menudo con sus amigos los alicaones.

Dicho esto ahí va la crónica del domingo 30 de enero, en el que como siempre habrá damnificados, quizás no pueda atender desde esta redacción todas las peticiones que me hacen para que diga esto o aquello, pero lo intento.

A la vista estuvo que el día amaneció muy complicado para la práctica del ciclismo, lluvia, nieve en algunos puntos cercanos, un cielo amenazador y un ligero cierzo que fue en aumento a lo largo del día.

Con este panorama servidor pensó quedarse en la cama a seguir retozando con la socia y gastando unas energías que no me iban a hacer falta pero como había citado al personal, me armé de valor, me enfundé el traje de guerra y me dirigí a La Seta a la hora prevista.

Mientras bajaba temíame que me encontraría sólo con el Titán de Las Cumbres, pero cual fue mi sorpresa cuando entre las huestes de partida se encuentra Chirivillas Maravillas (sin su simbiótico socio, padre y confesor Chorreison S.A., quien adujo condiciones climatológicas para faltar una vez más a la cita), Constancia Lozano y El Lince del Asfalto (a quien para variar hubimos de esperar).

Pero con ser esto una sorpresa, faltaba el notición del día, la novedad por excelencia, la más inimaginable de las presencias. a punto de dar la salida neutralizada atisbamos en el horizonte un punto negro, esbelto, estiloso, alto..., todos elucubramos con su identidad, no puede ser Rai El Bárbaro, por razones obvias, pero sin duda parece un TGC, ¡era un TGC! algo absolutamente incompatible con el tiempo reinante, ¡pero lo era!, el llaneador por excelencia, el hombre del altiplano (más plano que alti), el belga ¡Lloaquín Van Bution! que se unió a la cuadrilla que, desafiando el cielo, partió hacia Tarazona, dada la oscuridad que se atisbaba en el horizonte de Grávalos.

De salida, con aire de culo, ritmo frenético impuesto por Constancia Lozano que nos hace ir a más de 50 km/hora hasta Cascante, desde donde se impone un ritmo más reducido a fin de llegar en grupo de seis a Tarazona, a los pies de la batalla, y así se cumple, ritmo alegre, desenfadado, tampoco de TGC, que nos hace llegar a Tarazona entre una fina lluvia que atacó especialmente los ya vetustos huesos del Titán. Algún amago de darse la vuelta por parte del belga Lloaquín Van Bution, pero pronto se dió cuenta de que rodaba con alicaones y a éstos nos los vuelve nada ni nadie.

Nubarrones sobre el Paso de La Nava y una atroz oscuridad en la parte de Valverde. El grupo sigue adelante según lo previsto.

Comenzamos la subida y se intensifica la lluvia. El grupo mantiene su unión. El ritmo es bastante llevadero pero no por ello cómodo. El aire entra de cara, molesto, no insalvable, pero sí de desgaste, Chirivillas Maravillas pone el ritmo desde abajo, el grupo se mantiene en fila india ante un tráfico intenso, Constancia Lozano en el km 2 de la subida toma el relevo y pone un ritmo pelín más exigente que hace que alguno sufra ya en cola de pelotón.

Los alicaones permanecen a la expectativa. Ya saben la táctica de estos bichos africanos, que otros hagan el trabajo que ellos, carroñeros, aparecerán cuando ya huela a sangre, cuando la pieza esté cobrada por agotamiento.

El letrado de La Camerta aprecia que Constancia Lozano flojea el ritmo sin duda por la intensificación del viento, y contra su táctica de aguantar a cubierto hasta casi arriba, debe cambiar sus cartas y pasar a la cabeza. El grupo sigue unido (esto me han dicho que ponga) y estamos ya en el kilómetro 6, a falta de poco más de dos para el final.

El Letrado de La Camerta se limita a mantener el ritmo que deja Constancia Lozano, oye toser al Titán y activar la sulfatadora al Lince del Asfalto, luego piensa que van todos. Llega el tercer carril y tras una comprobación de daños vemos que por una avería mecánica se ha caído del grupo el llaneador solitario Lloaquín Van Bution, (me debes una caña) seguidamente cae el Lince del Asfalto e igualmente Chirivillas Maravillas, según parece por consejo de su galeno.

Así las cosas se plantan en la cumbre tres cuarentones de lujo, El Titán de Las Cumbres (que en verdad eran borrascosas, la nieve hizo acto de presencia), Constancia Lozano y el Letrado de La Camerta.

Mención aparte merece la progresión del Lince del Asfalto, quien en la cima, a la que llegó a escasos metros del grupo cabecero, aludió al aumento del ritmo impuesto por el Letrado de La Camerta en el relevo como causa de su descuelgue. Manifestó que se llevaba un ritmo de 21 Km/h y el Letrado de La Camerta puso 21,000000000000000000000000001 Km/h y eso en una preparación tan fina y pulcra sin duda lo notó el Lince del Asfalto. Pero insistir en su transformación, su figura cual libélula, su ágil ritmo de subida nos hace todo ello predecir que este año andará cerca del culo de los alicaones, si mantiene su spining, su abstinencia de grasas y su proliferación en el apareo (lo siento Elena pero es lo que dice el fanfarrón). La abstinencia en este aspecto del Titán y del Letrado es lo que hace que se mantengan en primera linea de batalla.

Una vez todos arriba, nieve en el cogote y en grupo rodamos ante un asfalto impracticable, empañamiento de gafas, ropa empapada, llovia copiosamente, decidimos poner un ritmo alto para llegar cuánto antes a la ducha caliente. En este aspecto surge nuevamente el Titán de las Cumbres, majestuoso en la planicie, quien ayudado por el Letrado de La Camerta y los relevos también de Constancia Lozano, hacen que nos plantemos en Cintruénigo rápidamente. El ritmo fue brutal, de axfisia, de tal suerte que hizo tambalearse a algún miembro del grupo que llegó a perder rueda en el repecheo. Ciclismo de garra, de furia, dientes apretados y piernas dolorosas, con el agua golpeando sin piedad la cara...

A las 12:30 horas llegábamos a Cintruénigo junto con Juvenil Liñán, que se había unido a la locomotora humana cerca de dicha Villa, a una más que destacable media de 31 km/h. Corriendo a la ducha y a cruzar los dedos para no ser visitados por el catarro u otros virus propios del tiempo.

Siento no poder hacer alusión a los ausentes, pero estas líneas estaban sólo destinadas a los que superando las adversas condiciones climáticas hicieron una etapa mítica, épica, propia sólo de gladiadores del asfalto. En estas condiciones, no podemos ocuparnos de quienes se quedaron cómodamente en la cama.

Saludetes desde la cumbre.

1 comentario:

  1. propongo para el domingo salir antes que va hacer mejor tiempo,
    propongo una vuelta cintru,cascante, tarazona,agramonte, monasterio veruela(o directos alli sin pasar agramonte por el tiempo),borja, buste por detras y vuelta.

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