A las ocho de la mañana y con un día memorable, se desplazaban en compañía del director técnico desde Cintruénigo tres ilustres cuarentones, Pablo, Simón y Trabas, para junto con los cinco aragoneses del equipo hacer la carrera que año tras año y con tan buen criterio y organización, trazan los Bomberos de Zaragoza.
A las 09:15 minutos arribábamos a Zaragoza tras un agradable viaje donde cada uno echaba la suya y hacía sus vaticinios para la carrera. Nadie dimos en el clavo, pero en fin, así son los vaticinios.
En los prolegómenos de la carrera, los nervios habituales, la "cagadilla del miedo", dorsales, miradas furtivas a nuestros rivales, comentarios últimos y el deseo de suerte sincera.
El Gran Gerardo nos reúne minutos antes para darnos las instrucciones y sabiduría propias de quien conoce al dedillo la carrera, y nos aventuramos a la linea de salida los ocho componentes del equipo.
De entrada, tope de inscripciones, más de doscientas, en la salida efectiva, 181 componentes ¡casi nada!, sin duda una de las carreras más numerosa del calendario máster, gente de todos los sitios, vimos equipos de Tarragona, de Teruel, de Madrid, además de los habituales y potentes Ciclos Gámen, Goerna, Spiuk... y por supuesto, ¡el Gran Beton!
Carrera neutralizada durante seis kilómetros pero ¡ojo! siendo neutralizada la gente no perdona para coger buen sitio, lo que hace que rodemos a casi cuarenta por hora.
Salida oficial en la cercana localidad de Villanueva, todos los del equipo bien situados, en especial Simón que sale casi el primero, sabedor de que los cinco primeros kilómetros eran claves para el futuro de su situación en carrera.
El comienzo de la prueba es durísimo, con un repecho de un kilómetro, seguido de tres kilómetros infernales con tendencia a subir y por una carretera pestosa, rugosa y muy bacheada.
Sirva decir que en esos primeros cinco kilómetros el gran grupo ya se rompe y deja por detrás un reguero de ciclistas que no pueden soportar la fulgurante salida, hasta un total aproximado de cuarenta unidades, entre las que se quedan, para nuestro pesar, tanto Simón como Trabas, quienes a pesar de ello, terminaron la prueba a una diferencia de 17 minutos, tal como refleja la clasificación oficial, pero que dadas las circunstancias, en absoluto resulta ser mucho tiempo, rodaron a una media de ¡37 km/hora! y nos consta que fueron ellos los que tiraron en gran medida de ese grupo, señal de que eran los más fuertes.
El gran grupo sigue adelante pues con unas 140 unidades y llegan al final del tramo propio de una Lieja-Bastogne-Lieja, girando a izquierda.
Justo antes de dicho giro se estaba ya fraguando la escapada del día, una escapada muy equilibrada dónde metíamos a nuestro líder de esa carrera, Félix Luengo, que se va junto con otras trece unidades donde destacan el Gámen Teodoro Casabal o el campeón del mundo Negrete.
Una escapada muy tempranera por la que nadie apostaba mucho, quedaban más de ochenta kilómetros por delante de duro terreno rompepiernas y además pasó algo que nadie esperaba, comenzó a llover y se levantó un aire fruto de la tormenta que hizo de las suyas en el gran grupo, pero la escapada iba cogiendo aire y terreno.
En estas circunstancias Goerna se da cuenta de que la carrera se le va porque aunque han metido a uno de los suyos en la escapada, su líder natural y con el que cuentan sobre todo para este tipo de pruebas, el senior Daniel Arnal, no se ha metido en la fuga.
Comienza una caza despiadada del Goerna en bloque, con sus diez unidades, contra viento y marea (nunca mejor dicho porque llovía de lo lindo), ayudados en algún momento puntual por algún spiuk. El aire entra de lado, se cunetea en exceso, la gente se va cortando y aquí se hace otra gran grupo de unas cincuenta unidades que quedan desgajadas del grupo primero del que tira con fuerza Goerna que como una máquina de picar carne, va dejando a la gente exhausta.
La buena colocación y el sufrimiento hace que todo el equipo Beton, a excepción de los antes citados Simón y Trabas, pasen el duro revés. La situación es buena, Luengo sigue escapado y en "el grupo de los buenos" se mantienen Gerardo, Rubén Juan, Horna y Pablo.
Llega giro y unos kilómetros con aire de cara, lo cual suaviza la situación para la gente que va a rueda de Goerna que sigue tirando sin echar la escapada abajo, la ven a cuarenta segundos, incluso bajaron a treinta segundos, escapada en la que todo el mundo, aunque unos con más ganas que otros, ponen toda la carne en el asador.
Goerna manda parar a su escapado para hacer más segura la caza, pero a la locomotora se le va acapando el combustible y la escapada parece ya buena, están ahí pero falta el último empujón que nadie, obviamente, le da a Goerna.
Se había producido la fatalidad de que nuestro Gerardo sufre un pinchazo que le elimina de carrera y del podium seguro, dada su intachable regularidad, pero lo admite como es él, con absoluta depotividad, él mejor que nadie sabe que son "gajes del oficio".
Se acerca la meta y por delante, en la escapada, que ya había menguado su grupo fruto de calmabres y pinchazos, ataca en el último repecho, a 18 kms de meta Teodoro Casabal, sabedor de sus limitaciones en el sprint frente a galgos como Luengo o Negrete. La jugada le sale muy bien porque fue el momento crítico, el momento en que el gran grupo estaba a punto de echar abajo la escapada.
Esta táctica le salió perfecta a Casabal, que entró vencedor en la meta. Nuestro Félix Luengo hizo cuarto de la carrera ¡ahí es nada! y segundo en la categoría de 40 que se llevó el campeón Negrete en un apretado y largo sprint.
Queda la llegada y pisando los talones del gran grupo donde manteníamos a Horna, Rubén Juan y Pablo. Ya no había posibilidades de podium porque en la escapada habían entrado tres cuarentas, Negrete, Luengo y otro compañero del equipo Utebo, pero como dice el buen amigo Pirolín, mejor es hacer cuatro que quince.
En la llegada Horna y Rubén Juan permanecen en el grupo pero acertadamente no entran de lleno en la llegada, sí lo hace Pablo en un larguísimo sprint en el que haría octavo del gran grupo, lidiando con ilustres como Ricardo Catalán, Etxeguren o Daniel Arnal, siendo sexto de la categoría y 20º absoluto, categoría en el que comenzaron la carrera cerca de cincuenta y acabaron la prueba 38, muestra de la dureza de la misma.
Así pues, p'a los mimbres que tenemos, hemos vuelto a sacar petróleo, un podium, que por mala suerte (y con todo el respeto al resto de cincuentones) no fueron dos con el del Gran Gerardo, y presencia constante en la cabeza de carrera de los tres que quedaron vivos en la batalla.
Carrera dura, todavía más por la lluvia y el viento, que el grupo hizo a una media de 41 kms/h, el grupo intermedio a 40 kms/h y el tercer grupo de Simón y Trabas a 37kms/h..
La semana que viene a Tafalla, carrera dura, con tres subidas al Alto de Artajona, donde el quipo Beton recupererá efectivos, lo cual redundará sin duda en su rendimiento.
Ahora quedaría por contar el viaje de vuelta, los comentarios de Simón y Trabas que hicieron casi parar al coche porque el Letrado no podía aguantarse la micción, pero que por orden de los susodichos, quedan para recuerdo de nuestro periplo...
Saludetes.
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